viernes, 10 de julio de 2009

Todo lo que empieza, tiene que acabar...

Después de 8 meses de compartir las tardes de los viernes, las mañanas de los sábados y algunas madrugadas en el messenger cuando nos desvelabamos haciendo tareas, el sábado 4 de julio terminó mi diplomado...

Fueron largos meses de ricas charlas en el salón, la cafetería, las jardineras, en el trasporte hacia la escuela, hacia la casa y en los lugares turísticos que visitamos.

Voy a extrañar esos largos recorridos de la ULA a Acatlán de casi 2 horas -gracias a las obras de periferico norte- que aprovechaba para echarme un coyotito antes de llegar a clase... Esas noches de desvelo haciendo las tareas pensando en los títulos para mis trabajos y/o leyendo para hacer mis tareas... A las profesoras transmitiéndonos sus conocimientos y experiencias. Pero, sobre todo a mis diplocompañeros de aventura, los diplobuddies -como nos llamaba Pily-.

Cada uno con sus ideas, sus experiencias, sus metas pero todos unidos por un mismo fin... TITULARNOS...

Fueron 8 meses de amistad, momentos, emociones, opiniones, arduo trabajo individual y en equipo en los que compartimos experiencias, conocimientos, fotografías, textos, recuerdos, proyecciones (a futuro); donde nos nutrimos uno de otro y por supuesto de las profesoras...

Si lugar a dudas, esta ha sido una experiencia enriquecedora en el aspecto profesional, cultural, humano, individual. Los voy a extrañar muchísimo... pero espero que aunque este es el fin de nuestro diplo, también sea el inicio de un proyecto: PEPTUR!!!!

Goya! Goya! Cachun cachun ra ra! Cachun cachun ra ra! Goya! Universidad!!!!!